El laboratorio de innovación social permite la sistematización de procesos donde los actores sociales participan en la generación de conocimiento y promueve la co-creación de soluciones o propuestas a problemas específicos que puedan convertirse en cambios o innovaciones que mejoren aspectos concretos de su comunidad.

Los laboratorios tienen raíces profundas en la investigación-acción participativa. Un laboratorio de innovación social es un espacio de intercambio, estudio y experimentación que se fundamenta en estrategias de investigación-acción participativa. Eso quiere decir que los participantes definen las directrices y objetivos del proceso de investigación y su finalidad. A su base de investigación-acción participativa, metodología de investigación social consolidada, se le suman otros aspectos que representan en sí, la innovación, y esto es, un componente tecnológico, donde predominan las tecnologías de información, aunque no son exclusivas; también una nueva perspectiva de ciencia ciudadana.

La metodología de investigación-acción participativa facilita la sistematización del proceso (identificar, organizar, poner en perspectiva los procesos, reflexionar) donde los actores sociales participan en la generación de conocimiento. Esto al combinarse con la lógica de los laboratorios de innovación, promueve la co-creación de soluciones o propuestas a problemas específicos que puedan convertirse en cambios o innovaciones de proceso o productos que mejoren aspectos concretos.